{Jorge Luis Borges: El libro - Ensayo}





De los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones de su brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y de la imaginación.

Los libros han desempeñado un gran papel a lo largo de la historia por su contenido, pues han recibido diversas valoraciones.

Los antiguos encontraban cierta similitud entre lo escrito y la palabra oral. La frase que se cita siempre “Scripta maner verba volat” no significa que la palabra oral sea efímera, sino que la palabra escrita es algo duradero y muerto.

Generalmente, muchos autores no plasmaron sus ideas en escritos, pues no querían aferrarse a ellos. Preferían exponer sus conocimientos de una forma oral; para ello se tienen en cuenta algunos ejemplos de maestros orales entre los cuales encontramos: 

Pitagoras, no escribió voluntariamente, pues quería que su pensamiento viviese más allá de su muerte corporal y siguiera en la mente de sus discípulos.
Platon, dice que los libros son como efigies, (pudo haber estado pensando en esculturas o cuadros) que uno cree que están vivos pero si se les pregunta algo no contestan. Por ello se invento el dialogo platónico, que consistía en utilizar personajes imaginarios; debido a esto se genero la inmortalidad de Sócrates, quien no dejo nada escrito y también fue un maestro oral.
El Buda, fue también un maestro oral, quien se dedico a predicar.

Teniendo en cuenta todo lo expuesto hasta ahora, podemos decir que los libros son una parte esencial en la evolución de nuestro mundo, obviamente, sin dejar de lado todo lo que tiene que ver con la palabra oral, pues también influye en este desarrollo. 

Se dice que un libro contiene a la palabra escrita que es duradera y muerta. Este es el concepto de muchos personajes, pero lo que Luis Borges nos quiere hacer caer en cuenta, es que los libros son otra forma de ver el mundo, pues con un libro se llega a la memoria y a la imaginación. De tal modo que podamos interpretar los libros como queramos, sin perderle la idea principal al texto y de paso ampliar nuestros conocimientos.
Cabe destacar, que la palabra oral, también tiene mucho significado, en ésta podemos del mismo modo, llegar a la imaginación, pero como ocurrió en el caso de Pitágoras, el pensamiento se transmite para que se siga interpretando de diferentes formas y ver todo desde distintos puntos de vista, obteniendo asi conclusiones diferentes dependiendo del punto de vista.

Cada vez que leemos un libro, el libro ha cambiado, le encontramos otro sentido a las palabras y lo interpretamos diferente, y es importante destacar que los libros están cargados de pasado.
Según Borges se puede decir que la literatura es una forma de la alegría.

Montaigne dice que un libro no debe requerir un esfuerzo, la felicidad no debe requerir un esfuerzo. Él habla de los libros con pasión, pero dice que aunque son una felicidad, también son, sin embargo, un placer lánguido.

Podemos decir que debemos leer solamente lo que nos agrada puesto que un libro debe ser una forma de felicidad.

Borges se ha centrado más en releer que en leer, y cree que es más importante releer, porque para ello se necesita haber leído.

Leer un libro antiguo es como leer todo el tiempo que ha transcurrido desde el día en que fue escrito y nosotros.

Podemos estar muchas veces en desacuerdo con las opiniones del autor, pero aun así conserva algo sagrado, algo divino, no con respecto supersticioso, pero sí con el deseo de encontrar felicidad, de encontrar sabiduría.

En conclusión, no podemos perder el culto del libro, debemos conservar la cultura de nuestros antepasados, porque el libro ha sido principalmente la base de la evolución de nuestro planeta, de ahí parten muchas cosas q con el pasar del tiempo han ido mejorando.

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