El Anciano:
Catástrofe
-Que se va hacer, se acaba el
mundo- Íbamos diciendo yo y mis amigos mientras corríamos hacia la casa del
anciano. Él, sentado de lo más relajado en los peldaños de su entrada, mirando
al cielo con las manos en su nuca.
-¡Anciano!- Grité en su delante y
continué diciendo -¡Muchos desastres están ocurriendo en todas partes!- mis
amigos replicaron -¡Las catástrofes siguen y siguen….!-
-Si hay muchas, vendrán a
raudales y cada vez más fuertes… CATÁSTROFES, CATASTRO DE FE. Tengan Fe.- Dijo
muy tranquilo sin inmutarse, con su mirada aun fija en el cielo.
-En los momentos penosos no estén
tristes ni agonicen por los que se puedan ir, o por lo que puedan sufrir; no
sufran por lo perdido, que en sí nunca tuvimos nada y no se pierde nada porque
lo tenemos todo,… no se aferren pequeños…- Dijo pausando por un pequeño bostezo
y continuó en la misma postura y con la misma mirada al cielo.
-Estén alegres, recuerden lo
vivido y recuerden que no tiene fin la vida. Recuerden lo hermosa que es la
naturaleza, el aire, el sol, la tierra, el fuego y todo lo que les rodea y
nuevamente les digo que nada tiene fin,… solo siguen un proceso… así que no le
tengan miedo a la muerte ni sufran por
los que caen, que aún seguirán en otro lugar en otro tiempo. La meta es Dios y
el mejor camino es el amor- Otra pausa con la que movía su cabeza para
relajarse y prosiguió.
-Recuerden el amor a todo, que
todas las partículas están unidas, todos los corazones están unidos, pero somos
nosotros los que les ponemos esas barreras con nuestras creencias… Abramos
nuestro corazón y nuestra mente. No olviden la alegría expresada desde sus
corazones- Bajó la mirada hacia nosotros y un poco resignado, quizás por
cansancio pensé, nos dijo.
-Si se dejan llevar
por el miedo, darán un paso a estar perdidos…-
Yo me sorprendí, pero mis amigos
rápidamente respondieron. -¡Nosotros no tenemos miedo, somos muy valientes,
nada nos asusta!- Regrese mis pensamientos a mí y dejando a la sorpresa volteé
a ver como mis amigos mostraban su faceta de valientes… eso me alegró, verlos
así de entusiastas… me contagié y dije con la misma efusividad.
-¡¡¡El miedo no nos
ganará!!!-
El miedo
...se vence…
Autor: José Gálax
Céspedes Elguera