{José Hernandez: Martin Fierro - cap.VIII}

 VIII - El ser gaucho es un delito.



222

otra vez en un boliche

estaba haciendo la tarde;

cayó un gaucho que hacia alarde

de guapo y peliador;

a la llegada metió

el pingo hasta la ramada,

y yo sin decirle nada

me quedé en el mostrador.



223

Era un terne de aquel pago

que naides lo reprendía,

que sus enriedos tenía

con el señor comendante;

y como era protegido,

andaba muy entonao,

y a cualquier desgraciao

lo llevaba por delante.



224

¡Ah pobre! Si él mismo creiba

que la vida le sobraba;

ninguno diría que andaba

aguaitándolo la muerte.

Pero ansí pasa en el mundo,

es ansí la triste vida:

pa todos está escondida

la güena o la mala suerte.



225

Se tiró al suelo; al dentrar

le dio un empellón a un vasco,

y me alargó un medio frasco

diciendo: beba cuñao.

Por su hermana, contesté.

Que por la mía no hay cuidao.



226

¡Ah, gaucho!, Me respondió;

¿de que pago será crioyo?

¿Lo andará buscando el hoyo?

Deberá tener güen cuero;

pero ande bala este toro

no bala ningún ternero.



227

Y ya salimos trenzaos

porque el hombre no era lerdo,

mas como el tino no pierdo,

y soy medio ligerón,

le dejé mostrando el sebo

de un revés con el facón.



228

Y como con la justicia

no andaba bien por allí,

cuanto pataliar lo vi,

y el pulpero pegó el grito,

ya pa el palenque salí

como haciéndome chiquito.



229

Monté y me encomendé a Dios,

rumbiando para otro pago,

que el gaucho que llaman vago

no puede tener querencia,

y ansí de estrago en estrago

vive llorando la ausencia.



230

éL andaba siempre juyendo,

siempre pobre y perseguido,

no tiene cueva ni nido

como si juera maldito;

porque el ser gaucho- ¡barajo!,

El ser gaucho es un delito.



231

Es como el patrio de posta;

lo larga éste, aquél lo toma,

nunca se acaba la broma;

dende chico se parece

al arbolito que crece

desamparao en la loma.



232

Le echan la agua del bautismo

aquél que nació en la selva;

busca madre que te envuelva,

le dice el fraire y lo larga.

Y dentra a cruzar el mundo

como burro con la carga.



233

Y se cría viviendo al viento

como oveja sin trasquila;

mientras su padre en las filas

anda sirviendo al gobierno,

aunque tirite en invierno,

naides lo ampara ni asila.



234

Le llaman gaucho mamao

si lo pillan divertido,

y que es mal entretenido

si en un baile lo sorprienden;

hace mal si se defiende

y si no, se ve- fundido.



235

No tiene hijos ni mujer,

ni amigos ni protetores,

pues todos son sus señores

sin que ninguno lo ampare:

tiene la suerte del güey,

y ¿donde irá el güey que no are?



236

Su casa es el pajonal,

su guarida es el desierto;

y si de hambre medio muerto

le echa el lazo a algún mamón,

lo persiguen como a plaito,

porque es un gaucho ladrón.



237

Y si de un golpe por ahi

lo dan güelta panza arriba,

no hay un alma compasiva

que le rece una oración;

tal vez como cimarrón

en una cueva lo tiran.



238

Él nada gana en la paz

y es el primero en la guerra;

no le perdonan si yerra,

que no saben perdonar,

porque el gaucho en esta tierra

sólo sirve pa votar.



239

Para el son los calabozos,

para el las duras prisiones,

en su boca no hay razones

aunque la razón le sobre;

que son campanas de palo

las razones de los pobres.



240

Si uno aguanta, es gaucho bruto;

si no aguanta es gaucho malo.

¡Dele azote, dele palo,

porque es lo que él necesita!

De todo el que nació gaucho

ésta es la suerte maldita.



241

Vamos suerte, vamos juntos

dende que juntos nacimos;

y ya que juntos vivimos

sin podernos dividir-

yo abriré con mi cuchillo

el camino pa seguir

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