{José María Arguedas: Katatay - Tupac Amaru kamaq taytanchisman (haylli - taki) III}
con su corazón pequeñito,
están llorando los niños.
En las punas, sin ropa, sin sombrero,
En las punas, sin ropa, sin sombrero,
sin abrigo, casi ciegos,
que los hombres están llorando,
que los hombres están llorando,
más triste,
más tristemente que los niños.
Bajo la sombra de algún árbol,
Bajo la sombra de algún árbol,
todavía llora el hombre, Serpiente Dios,
más herido que en tu tiempo;
más herido que en tu tiempo;
perseguido, como filas de piojos.
¡Escucha la vibración de mi cuerpo!
Escucha el frío de mi sangre, su temblor helado.
Escucha sobre el árbol de lambras el canto de la paloma abandonada,
nunca amada;
el llanto dulce de los no caudalosos ríos, de los manantiales que suavemente brotan al mundo.
¡Somos aún, vivimos!
¡Escucha la vibración de mi cuerpo!
Escucha el frío de mi sangre, su temblor helado.
Escucha sobre el árbol de lambras el canto de la paloma abandonada,
nunca amada;
el llanto dulce de los no caudalosos ríos, de los manantiales que suavemente brotan al mundo.
¡Somos aún, vivimos!
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